Intragastric balloon for obesity

Abstract
Obesity is one of the major public health problems of modern society. Intragastric balloon (IGB) treatment for obesity has been developed as a temporary aid. Its primary objective is the treatment of obese people, who have had unsatisfactory results in their clinical treatment for obesity, despite of being cared for by a multidisciplinary team, and super obese patients with a higher surgical risk. However, the effects of different IGB procedures compared with conventional treatments and with each other are uncertain. To assess the effects of intragastric balloon in people with obesity. Studies were obtained from computerised searches of MEDLINE, EMBASE, LILACS, The Cochrane Library and other electronic databases. Furthermore, reference lists of relevant articles and hand searches of selected journals were performed. Experts in the field were contacted. Randomised and quasi-randomised controlled trials fulfilling the inclusion criteria were used. Short term weight loss is common, so studies were included if they reported measurements after a minimum of four weeks follow-up. Data were extracted by one reviewer and checked independently by two reviewers. Two reviewers independently assessed the quality of trials. Nine randomised controlled trials involving 395 patients were included. Six out of nine studies had a follow-up of less than one year, the longest study duration was 24 months. Only a third of the analysed studies revealed a low risk of bias. No information was available on quality of life, all-cause mortality and morbidity. Compared with conventional management, IGB did not show convincing evidence of a greater weight loss. On the other hand, complications of intragastric balloon placement occurred, however few of a serious nature. The relative risks for minor complications like gastric ulcers and erosions were significantly raised. Evidence from this review is limited for decision making, since there was large heterogeneity in IGB trials, regarding both methodological and clinical aspects. However, a co-adjuvant factor described by some authors in the loss and maintenance of weight has been the motivation and the encouragement to changing eating habits following a well-organized diet and a program of behavioural modification. The IGB alone and the technique of positioning appear to be safe. Despite the evidence for little additional benefit of the intragastric balloon in the loss of weight, its cost should be considered against a program of eating and behavioural modification. Balón intragástrico para la obesidad La obesidad es uno de los mayores problemas de salud pública de la sociedad moderna. El tratamiento con balón intragástrico (BIG) para la obesidad se ha desarrollado como una ayuda temporal. Su objetivo primario es el tratamiento de las personas obesas que no han obtenido resultados satisfactorios con el tratamiento clínico de la obesidad a pesar de recibir atención de un equipo multidisciplinario, y para el tratamiento de los pacientes hiperobesos con un alto riesgo quirúrgico. Sin embargo, son inciertos los efectos de los diferentes procedimientos que usan el BIG en comparación con los tratamientos convencionales y comparados entre ellos. Evaluar los efectos del balón intragástrico en personas con obesidad. Los estudios se obtuvieron a partir de búsquedas informatizadas en MEDLINE, EMBASE, LILACS, The Cochrane Library y otras bases de datos electrónicas. Además, también se realizaron búsquedas en las listas de referencias de artículos relevantes y búsquedas manuales de revistas seleccionadas. Se estableció contacto con expertos en el tema. Se utilizaron los ensayos controlados aleatorios y cuasialeatorios que cumplen con los criterios de inclusión. La pérdida de peso a corto plazo es frecuente, por lo que se incluyeron los estudios si informaban medidas después de un mínimo de cuatro semanas de seguimiento. Los datos fueron extraídos por un revisor y verificados independientemente por dos revisores. Dos revisores evaluaron de forma independiente la calidad de los ensayos. Se incluyeron nueve ensayos controlados aleatorios con 395 pacientes. Seis de los nueve estudios tuvieron un seguimiento de menos de un año, el estudio más largo duró 24 meses. Solamente un tercio de los estudios analizados mostró un bajo riesgo de sesgo. No hubo información disponible sobre la calidad de vida, la mortalidad por todas las causas y la morbilidad. En comparación con el tratamiento convencional, el BIG no proporcionó pruebas convincentes de que produce mayor pérdida de peso. Por otro lado, hubo complicaciones por la colocación del balón intragástrico, aunque pocas fueron graves. El riesgo relativo de complicaciones menores como úlceras gástricas y erosiones aumentó significativamente. Las pruebas aportadas por esta revisión son limitadas para la toma de decisiones, ya que hubo una gran heterogeneidad de los aspectos metodológicos y clínicos en los ensayos sobre el BIG. Sin embargo, un factor coadyuvante de la pérdida y mantenimiento del peso descrito por algunos autores ha sido la motivación y el estímulo a cambiar los hábitos alimentarios después de una dieta bien organizada y de un programa de modificación de la conducta. El BIG solo y la técnica para colocarlo parecen ser seguros. A pesar de las pruebas de que el balón intragástrico proporciona un pequeño beneficio adicional en la pérdida de peso, se debe considerar su coste en comparación con un programa de modificación alimentaria y conductual.