Abstract
Aquí analizamos brevemente algunas de las transformaciones observadas en las herramientas con que pasó a contar el Estado argentino para intervenir en conflictos colectivos del trabajo a partir del advenimiento del peronismo. Ello tuvo su corolario en la aprobación de la primera ley de convenciones colectivas en 1953, que significó la institucionalización de un mecanismo que se había practicado durante décadas, con y sin la participación del Estado. La forma legal que adquirió la convención colectiva estuvo marcada por la experiencia política y de gestión acumulada por el peronismo en el poder.