Abstract
En 1803, por disposición del rey Carlos IV de España, se organizó una expedición para llevar a sus territorios en América la vacuna contra la viruela. Dicha expedición estuvo a cargo del médico Francisco Xavier Balmis, quien llegó a la Nueva España en 1804 para después zarpar con rumbo a las Filipinas. Misiones secundarias fueron enviadas a Tabasco, Oaxaca, Guatemala y Chiapas. En las páginas siguientes se analiza la forma en que se organizó la subexpedición que llegó a la intendencia de Ciudad Real de Chiapa, poniendo especial atención en el papel que jugó el clero en su aplicación, así como en las dificultades que enfrentó.