Abstract
En la edificación del motivo poético de la rosa de Martín Adán (1908-1985) advertimos, esencialmente, la huella de la representación judeocristiana y mística del símbolo, que encarna los valores de infinitud y perfección. Esta visión es manifiesta en algunas obras adanianas, como el poema “La rosa” o los poemarios La rosa de la espinela y Travesía de extramares. En ellos, a través del empleo del símbolo floral, el autor emprende una búsqueda ontológica con el fin de aprehender la trascendencia. Sin embargo, su incapacidad para conseguirlo le permitirá comprender que la verdad del conocimiento se halla, paradójicamente, en la inefabilidad de la existencia humana.