Abstract
En los últimos años ha habido un aumento sin precedentes en el número, tipo y disponibilidad de nuevas sustancias psicoactivas (NPS, por sus siglas en inglés) en diversas regiones del mundo. El crecimiento en este mercado también es responsable del aumento de daños graves reportados recientemente. Los desafíos clave giran en torno a la velocidad a la que aparecen las NPS, su proliferación rápida y abierta, y la información limitada o nula sobre sus efectos y daños.