Abstract
La Realidad Virtual (VR) permite narrar historias desde una nueva perspectiva, gracias a las posibilidades que ofrece la tecnología. Sin embargo, no se trata de un lenguaje totalmente nuevo, sino que ha adoptado algunos de las características propias de la literatura hiperbreve, como pueden ser la brevedad, la precisión, el lenguaje multimedia (con referencias explícitas o implícitas a otras disciplinas artísticas) o el empleo de nuevos canales de comunicación, que a su vez permiten la interacción con el lector/usuario. Así, los códigos del microrrelato consiguen adaptarse y funcionar en el entorno digital e imaginario que propone la virtualidad informática.