Abstract
El objetivo de este trabajo es analizar el grado en que las posibilidades de acceso a los servicios sanitarios de España están limitadas de forma diferencial para la población inmigrante, según su origen, respecto a los autóctonos. Para ello, se han utilizado microdatos del Instituto Nacional de Estadística provenientes de la Encuesta de Condiciones de Vida de 2017, analizando las visitas a médicos de familia, especialistas y dentistas, en los últimos 12 meses, para grupos poblacionales de distinto origen migratorio y controlando por otras características sociodemográficas y de estado de salud. Mediante modelos de regresión logística, la investigación muestra que, aún tras controlar estas variables, la población inmigrante de países no pertenecientes a la UE-28 en España sigue sufriendo una brecha de acceso a algunos de estos servicios sanitarios con respecto al resto de la sociedad española, especialmente determinado por el estatus legal según la nacionalidad que ostenten.