Abstract
Los objetos y métodos de los economistas y los historiadores difieren, pero las crisis financieras están trastocando los hábitos y las divisiones disciplinarias tradicionales. Este artículo propone una nueva interpretación de los ciclos; se focaliza en el conflicto entre las diferentes temporalidades y en la dialéctica entre memoria y olvido, presente en la raíz de las crisis. Al hacerlo, pone en cuestión la unidad del tiempo de los economistas, exige una mejor consideración de la interpenetración de las esferas política, social, económica y financiera, y promueve una mayor integración de las ciencias sociales.