Abstract
La pandemia de covid-19 golpeó a Chile en medio de una crisis político social caracterizada por una dura confrontación entre la ciudadanía y sus instituciones, además, de una profunda crítica al modelo económico instaurado por la dictadura de Augusto Pinochetcuyo sustento institucional es la Constitución de 1980. El gobierno derechista de Sebastián Piñera intentó sacar réditos políticos de la pandemia del coronavirus, utilizarla para reafirmarse en el poder, pero la emergencia sanitaria evidenció aún más las profundas desigualdades sociales que subsisten en el país a 30 años de la recuperación de la democracia. Chile aparece doblemente golpeado: por un lado, enfrenta una profunda fractura social y, por otro lado, sufre la debacle del coronavirus. En este complejo cuadro, los chilenos deberán resolver, mediante un plebiscito, si convocan o no a una convención constituyente para sepultar definitivamente la Constitución de Pinochet. Este artículo es una aproximación a ese escenario.