Abstract
En este texto se abordó el establecimiento de la Secretaría de Cultura (SC) federal mexicana en 2015. Se retomaron brevemente las tensiones entre tradición y modernidad que marcaron la creación en 1988 de su predecesor, el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, y se señaló cómo se dio el resurgimiento y la actualización de estas a partir de la institución del nuevo despacho. Como parte de los diferendos causados por las tensiones derivadas de la creación de la Secretaría, se analizan la autonomización del campo cultural con respecto al educativo, los primeros conflictos que hubo de enfrentar la SC, y los problemas relativos a la falta de una normativa que guiara su actuación. Se discuten de forma somera las implicaciones discursivas de su reglamento interior —aprobado en noviembre de 2016— y cómo se buscó a principios de 2017 subsanar un asunto largamente pendiente en la agenda cultural: la creación de una ley de cultura.