Abstract
La construcción de cartografías mentales es un proceso esencial, pues garantiza una adecuada interacción con los elementos del mundo. Estas representaciones fungen como simulaciones o mapas de navegación; también cumplen un papel fundamental en la relación y simbolización de las experiencias. Si se tiene en cuenta que los procesos de percepción están definidos por una gran cantidad de elementos que devienen del mundo físico y han de confrontarse con otros que hacen parte de la interpretación, como la memoria, conviene revisar brevemente algunas formas de relación entre mente y entorno, de tal forma que se pueda comprender la simultaneidad en las mismas; esto con el fin de comprender el paso del entendimiento subjetivo a los imaginarios colectivos, así como para apreciar la importancia de la sensorialidad en estos encuentros. Esta reflexión tiene el propósito de extender las herramientas de racionalización en procesos de planificación de mediaciones objetuales u objetos de diseño, ya que permite al diseñador tener un panorama claro de las consecuencias de las afectaciones sensibles en las cartografías mentales como instrumentos para la interacción entre humanos y mundo, fundamento de las relaciones que se dan en el espacio, que se hacen colectivas en el encuentro con otros individuos y a través de los objetos funcionales, comunicativos y decorativos presentes en el paisaje.